MADRID (EFE) -- El Barcelona volvió a conquistar el Santiago Bernabéu, castigando con fútbol la mezquindad de José Mourinho con un planteo defensivo, que encontró el premio del gol de Cristiano Ronaldo, remontado en una noche mágica de Álexis Sánchez con goles de los defensores Puyol y Abidal en un nuevo clásico que acabó en festejo azulgrana (1-2).
Son tantos clásicos que la capacidad de sorpresa se reduce. Pero no se agota. Las circunstancias obligaron a José Mourinho a innovar. Y apostó por el equipo más afín a sus ideales. Con su guardia pretoriana en el campo. Recuperando a Ricardo Carvalho que no jugaba desde septiembre. Apostando por Altintop como lateral. Pepe en la medular. Un planteamiento que sorprendió a todos
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