miércoles, 30 de enero de 2013

Varane mantiene en pie al Madrid

Raphael Varane era todavía un niño cuando se despertó el día del Clásico. Por la noche, 90 minutos después, dio el estirón creciendo diez años. El francés fue el que defendió a su equipo en el Bernabéu en su primer Madrid-Barça, aunque pudiese parecer que fuese el último. Él aguantó los ataques del Barcelona y él también marcó el único gol del Madrid que mantiene en pie a los de Mourinho.
El Bernabéu descubrió un defensa para una década. El Barça ganaba 0-1, había perdonado la vida de su enemigo y Özil colgó un balón al corazón del área que buscaba dueño. Varane saltó con Piqué, con Cesc, autor del gol azulgrana que acabó por los suelos, y marcó. La tocó Pinto, pero el francés había confirmado su alternativa.
Después de una primera mitad a todo gas con disparos en los dos bandos, un mal despeje de Callejón descosió el vestido que había cosido Varane. Messi recogió la pelota y se la dio a Cesc, que fusiló por bajo a Diego López. El 0-1 tuvo claros efectos secundarios para el Madrid, que perdió lo que había tenido en los primeros 45 minutos. No vio tan claro el plan y aguantó el tipo como pudo, pero el Barcelona, con ocasiones de Fàbregas y Pedro, no remató a los blancos y llegó el empate en el 81'. El Clásico no era un juego de niños.

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